La nueva serie norteamericana,que ya ha triunfado en EEUU, ha llegado a España cosechando un gran éxito de audiencia.
Sólo fiándonos del piloto no es posible saber si una serie va a estar bien o va a ser un peñazo. Y aún es más complicado si te enfrentas a un piloto con tanta expectación a su alrededor como el de ‘Glee’, la serie musical de instituto que ha creado Ryan Murphy.
El primer capitulo, que se estreno bastante antes en los Estados Unidos se emitió despues del exitoso programa de Americal Idol, seguramente para darle mayor expectación, y lo consiguieron, fue un exito absoluto,sobretodo entre los adolescentes.
La trama es bastante sencilla. El profesor de español del instituto McKinley, el señor Schuester, se hace cargo del coro del centro, un coro que era muy prestigioso y ganaba premios antes, pero en el que ahora sólo están los inadaptados que nadie quiere. El profesor, con una esposa controladora en casa y una vida gris, hace que el coro renazca y sienta recuperar sus esperanzas de volver a la sensación de que está haciendo algo que de verdad le apasiona. Así que se dedica a buscar nuevas voces para el coro bajo las risas de parte del centro, y “fichando” a chicos con talento que, sin embargo, tampoco se adaptan a su entorno. Todo hasta aqui es normal, lo curioso es lo excéntricos que son algunos personajes como la entrenadora de animadoras que tiene toques de mala leche que esperemos que sean mucho mas comunes en sucesivos capitulos,porque son muy divertidos.
De todos modos, aunque el primer capitulo parezca bastante cutre,quizas lo es ya que parece como si faltaran partes que se quitaron por falta de tiempo, además de darle un camino muy tópico de las series de instituto, y muy hacia el culebrón, tambien los guionistas son capaces de derivar a locuras bastante serias, ya que Murphy es muy capaz tanto de una cosa como de otra. Si mantiene un tono irónico y no descuida a los personajes, profundizando un poco más en ellos y alejándolos algo más de los tópicos, ‘Glee’ puede ser algo más que un culebrón de adolescentes, porque está claro que, visto lo visto, el piloto será, probablemente, el peor capitulo de toda la temporada.
Eso sí, aviso, abstenerse gente que odie los musicales y series como "Diez razones para odiarte"
ya que te arrepentiras siempre de haber perdido el tiempo en una serie como Glee.
Y eso que es difícil prever cómo continuará. El piloto deja la sensación de haber visto una versión más breve de una película de instituto como las tropecientas que se ruedan cada año, contando con un reparto que sí parece que puede ganarse el favor del público rápidamente. Y que, desde luego, viniendo en su gran mayoría de Broadway, a la fuerza tiene que cantar bien. ¡Don’t stop believing!